miércoles, 27 de mayo de 2009

Miedos



Supongo que cualquiera de los que de vez en cuando os pasáis por aquí habéis sentido algo de respeto hacia alguna prueba o carrera. Pues eso no es nada comparado con lo que me está pasando a mi por la cabeza en estos momentos. No sé muy bien por qué pero este año tengo más miedo que vergüenza a enfrentarme de nuevo a los 100km. de Corricolari. Supongo que los dos últimos pinchazos en la media y el maratón de Madrid tendrán algo que ver y eso que he intentado por todos los medios enterrar el pasado y mirar "palante". Pero en cada entrenamiento, con cada pequeño dolor que sufren mis músculos y mis articulaciones empiezan a aflorar los recuerdos de la agonía que me acompañó en los últimos kilómetros de carrera y poco a poco me voy comiendo la cabeza pensando: no sé que hago presentándome a estas cosas, no voy a durar ni 20km., aunque vaya muy despacio seguro que pincho en el 35... Y termino la jornada metido en la cama totalmente desmoralizado y con miedo a fracasar de nuevo.

El hecho de que la tendinitis todavía no esté del todo curada también influye, y mucho. De repente me duele todo. Parece que los dolores han aguantado todo el año para salir de golpe y tengo la sensación de tener dos pesas atadas a las piernas. Aparecen molestias en los gemelos, tibiales y zonas que ni sé cómo se llaman.

Todas esas cosas me han hecho parar una semana y frenar mucho el ritmo tanto de kilometraje como de carrera. En estos momentos bajar de 5' el kilómetro es un éxito o una temeridad según se mire. Con lo que aumentan aún más mis miedos por la falta de tiempo para prepararme para los 100, que sólo quedan dos semanas y media. Ni qué decir tiene que mi humor esa semana ha sido tremendo. Suerte que tengo una santa por compañera que me sabe torear bien en esos momentos pero reconozco que me pongo absolutamente insoportable.

Con el fin de no perder forma y estimular otros músculos he retomado la bicicleta. Ahora voy a trabajar en bici todos los días y aunque no tardo mucho en llegar (de hecho lo mismo que en coche) sí que he notado como me desengrasaba un poco porque hacía muchos años que no la cogía. 

Así que entre la incertidumbre de salir o no salir y los miedos que eso me provoca llevo alrededor de un mes. Aún con todo me apunté a los 10k. de Liberty Seguros en la que ni espero batir marca ni espero lesionarme del todo. Con pasármelo bien es suficiente.

Con estos pensamientos me acuesto y con ellos me levanto. Todo el mundo "correril" da vueltas en mi cabeza y no sé si parar, si seguir, si mandárlo todo a tomar por cul...

Espero sugerencias.

lunes, 11 de mayo de 2009

Tíos, algo estamos haciendo mal...



Este pasado domingo se celebró en Madrid la VI edición de la Carrera de la Mujer y el bautizo de mi santa y paciente Eli en el mundo de las carreras populares. La experiencia me sirvió para revivir a través de ella las sensaciones que experimenté en mi primera San Silvestre y que seguro que todos conocéis, el revoloteo de mariposas en el estómago, la inseguridad ante la distancia, el miedo a defraudar... Qué os voy a contar.

Hay una serie de cosas que me han sorprendido favorablemente de esta prueba. Lo primero es el precio de inscripción, 6€. Muy baja para lo que estamos acostumbrados algunos y lo mejor de todo es que uno de esos euros va para la Asociación Española de lucha Contra el Cáncer lo que nos da aún más motivos para correrla. Siempre que una carrera colabora con alguna buena causa da gusto pagar la inscripción. De hecho estoy seguro de que podrían recaudar mucho más a la vista de la bolsa del corredor que daban al recoger el dorsal. No os exagero si os digo que al menos pesaba 3kg. "Pero qué demonios lleva esta bolsa..." pensé. Pues de todo. Y está claro que cuando se buscan patrocinadores que están por la labor no hay problema en llenar de regalos una bolsa de plástico que está llena de ilusiones. Por eso digo que algo estamos haciendo mal en el resto de carreras populares. ¿Cómo es posible que en otras pruebas se nos cobre alrededor de 40 eurazos y tan sólo puedas disfrutar de una camiseta y una botella de agua al terminar (si llegas a tiempo)?

En esto de organizar carreras populares parece que las mujeres nos están dando sopas con ondas. Aunque la mañana se presentaba un poco fea y llovía a cántaros a eso de las 8:00 am. fue mejorando conforme pasaban los minutos y la verdad es que quedó una temperatura ideal para correr. Recogida de chip, meada, cosas que a nosotros nos parecen obvias y que Eli experimentaba por primera vez. Lo único que me llamó la atención es el nivel de estrés que se respiraba en los momentos previos a la salida. Todas estaban muy nerviosas y corrían de un lado a otro. Hasta la megafonía parecía acelerada. Se lo comenté a Eli y me lo aclaró todo de un plumazo: "Somos mujeres, ¿qué esperabas?". Más razón que un santo, todas haciendo varias cosas a la vez y eso lo multiplicas por 15.000 inscritas... una locura.


Ambiente pre-salida.


Eli y el "enorme" Hugo que parece que no cabe en el carro.

A las 10:00 am. se dio la salida y cientos de globos salieron volando al ritmo de la música. Hugo que nos acompañaba en el carrito se volvió loco y empezó a bailar y aplaudir llamando la atención de cualquiera que pasaba al lado. Tengo que decir que yo acompañaría a Eli durante los 6km. del recorrido empujando al niño en el carrito. Cosa difícil porque entre tanta gente cuesta mucho hacerse un sitio para pasar con las cuatro ruedas.

Pasamos por la salida y la cara de Eli era todo un poema, tenía la sonrisa perenne del que vive una experiencia inolvidable. La mayor parte de la gente que salía a nuestra altura empezó la carrera andando y saludando a Leticia Ortiz que había venido como Presidenta de Honor lo que paralizó la carrera los primeros metros. Cómo sería el tapón que se formó que tardamos más de 10' en hacer el primer kilómetro. Entre risas y ánimos seguimos avanzando y Eli no paraba de estar pendiente de nosotros y al final le tuve que decir que se preocupara de correr su carrera que nosotros estaríamos bien. A base de fartlek y con unos cambios de ritmo pude mantenerme a su altura.


Kilómetro 3 y a Eli todavía no se le a quitado la sonrisa de la cara.

La carrera era una fiesta, todas tan contentas y algunas haciendo verdaderos esfuerzos por seguir corriendo, niñas y abuelas juntas un domingo por la mañana haciendo deporte por una buena causa.

La cosa se puso más seria al entrar en el Retiro por la cuesta del ángel caído. Eso reventó a más de una y además la humedad que se generó por causa de la lluvia matinal nos hacía sudar como si estuviésemos corriendo en la playa. Pero la cosa se estaba acabando y Eli seguía en pie y sin parar. De hecho parecía que se aceleraba conforme pasaban los kilómetros.


A estas alturas había una humedad que ni en la selva.

Llegando al final la perdí de vista pero me encontré a mi madre, que surrealista, animando a la gente. Un acelerón y derrape con el carrito y la encontré de nuevo. Últimos metros y cruzó la meta, encantada, sobrada y con ganas de haber hecho más, como se debe acabar una carrera (a ver si aprendo algo).

Más tarde regalos (al que aguantara la cola en cada stand), concierto y festival de fitness, vamos una mañana completa y un día que seguro se le quedará grabada a más de una.

FELICIDADES A TODAS LAS QUE CORRIERON EL DOMINGO y espero que igualemos pronto el porcentaje de participación por géneros en todas las competiciones.

PD. La experiencia de correr con el carrito no estuvo nada mal, es un buen ejercicio de piernas, sobre todo si empujas a Hugo.