viernes, 15 de agosto de 2008

Recorriendo España


Acabo de volver después de una semana conociendo el norte de España. Concretamente el viaje empezó en el norte de León, en un pueblo llamado Puebla de Lillo. Es uno de los pocos que se salvó de ser engullido por el pantano de Vegamián. Allí nos fuimos con los niños y sus consiguientes bártulos mi mujer, mi cuñada y cuñado con su hijo y yo. Las dos primeras noches las pasamos en una casa rural muy acogedora que se llama "los chozos" y que recupera la forma de las antiguas payozas de paja. No hace falta decir que no es un buen sitio para comenzar a hacer régimen. Buenas carnes y mejores embutidos que acompañados por un buen vino y unos postres de escándalo nos acompañaron durante tres días. 


Los montes que rodean el pantano de Vegamián.

Como no podía ser de otra forma metí en la maleta mis "zapas" y algo de ropa para correr porque nunca se sabe. Así al día siguiente, 7:30 am. y con un frío del carajo salí a recorrer un poco las montañas de León. ¡Qué pasada!, no pensé que me fuera a gustar tanto. Los paisajes, el aire y el terreno son de cuento. El recorrido fue pequeño pero me sirvió para hacerme una idea de lo que sería poder entrenar un mes por allí.

Al tercer día partíamos para Gijón y mis cuñados volvían a Madrid. Nos quedaban por delante cuatro días para recorrer parte de Asturias y por supuesto seguir disfrutando de la gastronomía que nos brinda esta comunidad.


La playa de San Lorenzo de Gijón al anochecer.

Aproveché para salir a correr por el paseo marítimo una tarde y os puedo asegurar que nunca había visto a tanta gente correr. No os miento si os digo que se pueden ver a cientos de personas por las calles de Gijón a sudar un poco la camiseta, alucinante.

Completé la semana, en la que supuestamente iba a descansar con un poco de cinta en el hotel (es horrible, prefiero mil veces salir a la calle). Así que sigo sumando ciudades que recorrer y mucha comida que bajar.


Y para muestra un botón.