lunes, 15 de junio de 2009

Tres fueron tres...


Y lo digo con muy buen humor, je, je, je. No son dos los pinchazos esta temporada sino tres. Este año tampoco pudo ser. Los 100km tendrán que esperar otro año. Y la verdad es que mientras escribo esto lo recuerdo y me parto de risa. Empezaré por el principio.

El sábado por la mañana amaneció un día perfecto. Yo había descansado bien y los nervios típicos antes de la carrera me mantenían en guardia. Salí con tiempo para Colmenar porque siempre se forman aglomeraciones y al final siempre empezamos con la lengua fuera. Aparqué donde siempre, organicé mis bártulos y me unté bien el cuerpo de crema solar porque eran las 11h. y el sol ya apretaba con fuerza. Todo estaba bastante bien organizado así que la recogida del dorsal y la bolsa de regalos la hicimos sin problema y nos sobró tiempo para descansar a la sombra. Allí me llevé la sorpresa de conocer a Julián del que únicamente sabía por la red y me dio mucha alegría. Ambos somos fieles discípulos de Karno y esas cosas unen mucho. Pero los tiempos que manejaba Julián eran demasiado para mí porque pretendía terminar en 12 horas y eso son palabras mayores. Así que nos deseamos suerte con la promesa de quedar en otra ocasión para correr un rato.

Allí estábamos mi hermano Óscar con su mujer y dos amigos esperando a que dieran la salida para empezar a sudar. A las doce en punto salimos camino a Manzanares, cuesta arriba y con una temperatura de 32º. Nada más hacer los primeros kilómetros ya sabía que la cosa iba a ser dura. Pasé por el primer avituallamiento sin problemas y llegué al segundo en el km. 12 en bastante buen estado.


Km. 12

De hecho llegué al 3º avituallamiento en el km. 18 en buen estado físico pero con sensaciones raras en el estómago y alguna molestia en un meñique. Hice la parada justa para ponerme un parche y vaciar de tierra las zapatillas y salí "escopetao" hasta el siguiente punto en el km.21.

Todo marchaba más o menos bien pero el calor era insoportable y daba igual lo que bebiera porque a los dos minutos ya tenía sed de nuevo. Y fue a partir de ahí cuando empecé a pasarlo mal, no muy mal pero lo justo para saber que algo no va bien. Tomé un gel, una barrita (imagínate tomarte un polvorón con la garganta seca a 40º) y bebí agua de los bidones que llevaba que en estos momentos era como tomar una sopa caliente. El calor era cada vez peor. Serían las 15h. y notabas calor del suelo, del sol y del aire que te daba de cara. Era imposible correr así. Todo se reducía a correr 5 minutos y andar otros 5. Me cruzaba con gente que se nota que corre un huevo y que no podía casi ni caminar. No vi una sola sombra en todo el camino. El calor acabó cerrándome el estómago y ya no asimilaba los líquidos. De hecho cada botella que engullía me causaba unas ganas tremendas de vomitar. El estómago estaba lleno de agua que no pasaba de ahí. Recuerdo el camino junto a la vía del tren especialmente duro. Llegar a Colmenar de nuevo fue una mezcla de satisfacción y de pesar. Pasar de la tierra al asfalto era como entrar en una sartén hirviendo. Esos dos kilómetros hasta llegar al polideportivo fueron lo más duro de todo el día. Llegué dentro de los plazos que me había propuesto, km. 35,3 en 4:40h. Me encontré con gente que iba muy mal, todos con nauseas y las misma sensación de no poder hidratarse bien. Una vez allí y en ese estado me planteé el seguir o no. Y la decisión fue dura. No es fácil decidir parar cuando uno todavía siente que puede seguir pero la cosa no pintaba bien en ese momento y lo normal es que fuera a peor. Así que tomé la decisión correcta: ME VOY A CASA. Yo vine para disfrutar y eso se había convertido en una lucha contra el calor que se estaba volviendo demasiado dura. Mi cuerpo había trabajado mucho para llegar hasta allí y seguro que me pasaría factura más adelante. Lo mejor es que mi hermano me llamó para decirme que mi cuñada no podía andar más en el km. 24 y que si podría ir a buscarles. El calor le había hecho perder mucho sodio y potasio y los calambres no le permitían ni siquiera caminar. Eso era el destino. Este año no tiene que ser, ya habrá otros.
También me dijo que había visto a Julián bajar en segunda posición. Después me he enterado que no pudo ser pero me has dejado realmente alucinado. Esa carrera juntos tendrá que esperar hasta que me encuentre a un nivel parecido al tuyo :·)

Me fui para casa con la satisfacción de haber tomado la mejor decisión y con la sonrisa en la cara de no poder creerme que pudiese hacer tanto calor. Os juro que era algo inhumano. Probablemente al sol podíamos estar a 42º así que imaginad lo que supone correr durante cuatro horas así.

Al día siguiente por la mañana salí a correr y quitarme un poco el desazón de no haber terminado y pensando que todavía habría gente por los caminos sufriendo lo indecible para llegar al final. Para todos ellos mi más sincera enhorabuena. Cualquiera que haya terminado en estas condiciones es un héroe.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Bah, Germán! ¡A por la próxima temporada y ya está!
El año que viene lo intentaré yo.
Será mi primera.
A ver si empezamos juntos, maestro.
Saludos a la family, de parte de Lore también.

Lander dijo...

jodo German, no sabía que estarías ahí. Me acorde todo el Sábado porque conocía gente que iba a participar y lo pasaba mal, solo de pensar en lo duro que tendría que ser con el calor que hacía. Te entiendo perfectamente lo que dices del calor, tiene que ser horroroso. SEguro que llegan otras oportunidades con mejores condiciones donde puedas disfrutar más, que para sufrir ya segaran cosas donde no podamos retirarnos.
Un abrazo y p'alante.

Victor dijo...

Hola:
Lo cuentas y lo revivo. También participé, si se puede decir eso.Sufrí como un perro, el calor me aplastó de forma total. Calambres, pulsaciones a tope, bufff! que kilómetros más imposibles. Otra vez será, ya me ponen a mí esos 100KM.
Un saludo

German Alonso dijo...

Juan_ El año que viene te espero. Y también espero estar un poco mejor preparado, las lesiones de este me han hecho ir un poco bajo. Saludos a todos.

Lander_ Tendrías que ver las caras de la gente andando a las cuatro de la tarde con la solana que caía, eran de espanto. Esta prueba depende tanto de las condiciones meteorológicas que unos grados más o menos te pueden echar por tierra cualquier plan. Saludos.

Víctor_ Por lo que he leído todos coincidimos en las mismas sensaciones. Pero como tú dices otra vez será. Esto sólo sirve para hacernos crecer el gusanillo y clavarnos más la espinita para el año que viene. Saludos.

Carlos dijo...

Siento no haber llegado antes a esta entrada Germán.

Tú mismo lo dices: tomaste la decisión correcta. Hablando con varios corredores, todos están de acuerdo en que el día fue infernal, y esa retirada quizá te salvó de algún problema serio. Tu cuerpo quizá estaba avisando de ello con esos problemas. Míralo así.

Ahora sólo espero que te puedas quitar la espinita pronto.

Abrazos. ;-)

Jaime dijo...

German, no sabes como te entiendo. Yo también tuve que retirarme hace 2 años de los 101 Km.
No te diré que no pasa nada, porque los abandonos al menos para mi, se quedan grabados a fuego.
Yo abandoné en el 75 ó así, no recuerdo el nombre del polideportivo. Llovía a cantaros y tenía mucho frio y malas sensaciones desde el inicio.

También tuve 3 tremendo pinchazos el año pasado que no quiero mencionar.

Pero hay que pensar en lo que se ha terminado y en los futuros retos. Ser constante y como dices en tu post posterior correr a veces por correr y no obsesionarse.

A ver si te veo alguna vez en los 1o1 Km de Ronda campeón, a mi es la única que no se me resiste. El resto de las gordas...complicado.

Animo y cuidate. Un abrazo.

Jaime

Jaime dijo...

Tuve que retirarme de los 100 de corricolari quería decir...

German Alonso dijo...

Carlos_ De las XV ediciones, esta ha sido la que ha sufrido más abandonos y eso que en el 2002 (la primera vez que lo intenté) rozamos los 48º, con eso te digo todo. Un abrazo.

Jaime_ Me encantaría ir a Ronda pero de momento el niño me obliga a quedarme en Madrid. Recuerdo esa lluvia infernal que comentas. Yo también la sufrí. Pero como bien dices hay que dejar atrás el pasado y aprender de los errores. Un abrazo.

Pepemillas dijo...

Germán...

La carrera de la que te hablaba en el otro post, esa que tuve que abandonar hace unos días por culpa del calor y algunas cosas más...

Era una carrera corta, 6 kilómetros en Colmenar de Oreja. Entre otras cosas la salida se dio a las 11:30 de la mañana. Sol en vertical. A cuchillo. Sabes de lo que te hablo.

Tuve que abandonar a los 2 kiómetros más o menos, ¿sabes? Como tú, había ido a disfrutar no a dejarme la piel de aquella forma.

Yo no me esperé al día siguiente. Un par de horas después, nada más llegar a casa, me ventilé 6 kilómetros en mi barrio. Eso sí que me dejó en paz conmigo mismo.

No está bien hacer esto, lo sé, i lo pongo como ejemplo a seguir, pero a mí me sirvió. Por eso al día siguiente a pesar del cabreo, podía sonreir.

¡Un abrazo!

Pepemillas dijo...

Perdón, quise decir y digo:
(...) ni lo pongo como ejemplo a seguir (...).

German Alonso dijo...

Pepe_ Tienes razón, no debemos ser ejemplo de nadie. Como detalle decirte que esta edición de los 100km. es la que menos gente acabó en todas sus ediciones, ¡tela!. Abrazos.