Km. 16. Recuperando el buen ritmo.
Y teniendo en cuenta que tenía que empezar desde el principio me plantee hacerlo bien. Estuve varios días investigando, aprendiendo y redactando un plan de entrenamiento como Dios manda, hecho más con la cabeza que con el corazón, en el que priman los ejercicios de fortalecimiento, técnica de carrera, ejercicios de carrera y un buen plan de cuatro meses de duración con sus series, cuestas y tiradas largas (pero no tan largas como las que solía hacer).
Todavía me encuentro en la parte de fortalecimiento muscular y aumento de mi capacidad aeróbica pero ya empiezo a recuperar las buenas sensaciones, tanto en las series como en las tiradas largas.
Y para probar sobre el terreno mi estado de forma nada mejor que una buena media maratón y la de Moratalaz me venía al pelo. Ya la conocía de años antes y me pareció una buena idea hacer un entrenamiento controlando el ritmo sobre una distancia como esa.
Pero como nunca sale todo a pedir de boca, justo la noche anterior empecé a notar un fuerte dolor en la ingle, como si hubiese hecho un sobreesfuerzo del que no me di cuenta. El dolor me impedía casi andar así que lo de correr ni me lo planteaba. De todas formas probé con ibuprofeno, traumeel y masajes y cuanto más calentaba parecía que el dolor desaparecía. Todo fuera que a los dos kilómetros tuviese que parar pero tampoco me preocupaba en exceso.
El día amaneció lluvioso y húmedo pero la temperatura era perfecta. La carrera salió puntual y poco a poco, mientras avanzaba entre la gente, los dolores daban paso a las buenas sensaciones y pude disfrutar de la mayor parte de la carrera sin problemas.
Pasé por el km. 10 en 44 minutos sin hacer grandes esfuerzos y eso que este recorrido tiene algunos desniveles que hacen daño. A aprtir del km. 12 tuve un pequeño bajón pero intenté controlar y mantener el ritmo esperando que pasara. Y así fue. Me enganché con un buen grupo de corredores que llevaban un ritmo muy similar al mío y eso me ayudó bastante a no acelerar en ciertos momentos.
En el paso por el km. 17 me encontraba como nuevo y pude apretar un poco más hasta la meta. Crucé en 1h32'38'' en muy buenas condiciones y con la sensación de haber podido correr mucho más rápido. Así que por un lado me quito la espinita que llevaba clavada desde hace mucho tiempo y por otro me encuentro con fuerzas renovadas para enfrentarme al maratón y conseguir esas 3h30' que tanto tiempo llevo persiguiendo.
Otras instantáneas del km. 16.
Km. 12. Tras el bajón.
La postura rara se debe al choque de manos con mi hijo y mi sobrino.
Km. 19. y a tope.