lunes, 28 de abril de 2008

Emocionante

Y es que este pasado fin de semana sólo puedo calificarlo de emocionante y por muchas razones. El sábado, tal y como habíamos hablado por los "interneses" quedamos por la tarde en la feria del corredor de la Casa de Campo para recoger los dorsales. Allí me encontré con varios del "club de los blogueros", algunos ya conocidos como Pedro y otros como Pepe y Elmorea a los que por fin pude poner cara y voz. Tras un rato de charla nos despedimos hasta el día siguiente, el gran día.

Dicen que hay que dormir bien antes de correr un maratón, si puedes. A las 5:00am., mi hijo, que normalmente duerme como un ceporro se despertó llorando. No podía ser otro día. Así que, ya despiertos lo mejor es adelantar el desayuno. Mi cafetito y mi tostada que no me los quite nadie. Tras recoger todos los abalorios de la carrera me despedí de mi mujer y mi hijo y salí de casa hacia un futuro incierto.

Encontré a Pepe en la puerta del antiguo Palacio de Correos (eres el único puntual, los demás no tenéis vergüenza) y poco a poco fueron llegando los demás para la foto de grupo, que espero que colguéis pronto. A partir de ahí, no sé qué pasó pero perdí de vista a todo el mundo menos a Pedro que se adelantó a la salida.

Paracaidistas, aviones y de repente... ¡paf! pistoletazo de salida. Nervios a flor de piel, varias respiraciones hondas y ¡ala! a correr. Ya estoy en marcha. De repente me vienen a la mente muchos recuerdos y miedos que he pasado estos meses imaginando cómo sería este momento. Ya no hay vuelta atrás, estoy en carrera y lo único importante es encontrar el ritmo adecuado. Paso por el kilómetro 3 en 16:16min. Voy muy bien he intento seguir el mismo ritmo. Pero claro, no estoy acostumbrado y pronto me acelero. En el 10km. voy a 50:07min. lo que quiere decir que he bajado de 5min/km en los 7 anteriores. Aún así me encuentro muy bien y sigo al mismo ritmo.

Estoy en la Gran Vía y hago una llamada a mi madre que me espera en la calle Mayor. Había quedado en pasar por allí en 1:35h. pero llevo 10min. de adelanto. No hay problema lleva en el sitio ya un buen rato. Se nota que me conoce. El paso por la Puerta del Sol es increible. La música y la gente animando... y mi madre con un plátano y un aquarius. Km. 17, ¿qué tal vas? -me dice- Genial -le contesto- y sigo corriendo.

En la plaza de Oriente me cruzo con "la Santa" de Elmo, y nunca mejor dicho lo de Santa. A partir de ahí me la crucé en tres ocasiones, era omnipresente. Siempre animando y con su cámara en ristre. Qué puedo decirte Encarni, mil gracias.

Paso por la media en 1:46:47h. y me siento como si acabara de empezar, estoy nuevo y hago la llamada de rigor para informar al personal. En ese momento me comunican que Chema va en cabeza. ¡Qué subidón!.

Llego a Príncipe Pío, km.24 y allí me encuentro con mi hermano, que me va a acompañar hasta la meta, son 18 los que quedan y me recuerda que baje el ritmo. Entramos en la Casa de Campo y empieza a notarse el cansancio en la gente. Nadie habla, salvo mi hermano y yo, mejor dicho, sólo yo. Óscar se está quedando atrás, algo pasa. Le pregunto si va bien y me dice que no, que no se encuentra bien de forma pero como es un "tapao" no le creo y seguimos al mismo ritmo.

Saliendo de la Casa de Campo nos enfrentamos a una cuesta bastante jodida, de esas que te frenan el ritmo y hacen doler las piernas, pero la gente anima que es una delicia y me crezco y tiro. De repente miro a mi lado y mi hermano no está, se ha quedado atrás. Le vuelvo a preguntar si se encuentra bien y no contesta, mala señal. Le propongo bajar el ritmo pero me dice que no, que siga, que él no quiere frenarme. A mí empiezan a dolerme las plantas de los pies, es el km.30 y de lo demás estoy perfecto, así que le digo que ataje y nos veamos más adelante y emprendo la bajada de la Avda. de Portugal como una moto en todos los sentidos.

Pasado el Estadio Vicente Calderón espero al demonio de la mirada, o al del mazo, el muro o como queráis llamarle, para mandarle bien lejos. El muy cabrón se hizo de rogar, no apareció hasta el km.35, eso si, descargó sobre mi toda su furia.
En ese momento sólo podía pensar en una cosa: -nada más quedan 7km-, -¿cuántas veces te has hecho tú eso sin siquiera cansarte?-, -¿cuánto tiempo puedes tardar en hacerlo?-, y mientras van pasando los minutos.

Los kilómetros se hacían cada vez más lentos y mi ritmo también. De hecho creo que no puede estar bien la tabla de la clasificación porque me sentía lentísimo. Pero me había prometido no parar y plantarle cara al muro y eso iba a hacer.
-Sigue corriendo- me decía a mi mismo, -un pie detrás del otro, ese es el secreto-, -sigue respirando-.

A los veteranos, qué os puedo contar, ya sabéis lo que es esto. Y a los que no lo habéis intentado todavía os aseguro que el sufrimiento físico y psíquico es brutal. Supongo que hay que vivirlo para saber lo que es pero intentaré describirlo de la mejor manera posible. El ritmo se hace muy lento, no por falta de fondo, es que las piernas no responden. Uno manda la señal desde el cerebro pero es como si se perdiera en el dolor de los contínuos calambres que empiezan en los muslos y van bajando hasta los tobillos. Cada paso se convierte en inumerables pinchazos, te cambia el gesto de la cara, ya no sonríes cuando te anima la gente, crees que no podrás dar un paso más y aún así sigues adelante.

Pero es que la última cuesta fue asesina. Estaba en el km.40, a punto de acabar y mi cuerpo dijo basta, se paró. Tuve que caminar durante un par de minutos para recuperar algo de aliento en mis piernas. ¡Cómo puede ser que te pares en el 40! - me decía a mi mismo- ¡Estas a punto de entrar!. Llamé a mi mujer para decirle que estaba muy mal, para que no se asustase al verme por si entraba andando escorado, que era como estaba en ese momento. Y de repente ocurrió algo mágico, ya había oído hablar de ello pero creía que era una frase hecha. Os aseguro que el público que se amontonaba a la entrada del retiro me llevó en volandas a la meta. Qué manera de animar, que entrega, ¡que cojonudos!. Gracias a ello desaparecieron los dolores y los malos rollos, saqué fuerzas no sé de donde y entré como una bala en el Retiro. ¡¡Dios que subidón!!. En mi cabeza escuchaba "running on empty" porque en el ipod no se lo que sonaba.

Nada más entrar oí los gritos de ánimo de una tía mía. No sé ni cómo la vi entre tanta gente. Levanté el puño en señal de victoria y seguí corriendo. Y ahora viene lo mejor. Antes de salir de casa había quedado con mi mujer que me esperaría en la meta con mi hijo y así lo esperaba pero la realidad superó cualquier deseo. De repente empiezo a oir gritos a mi derecha y veo a mi mujer, a mi hijo, a mi cuñada con el suyo, a mi madre y a un par de amigos dando gritos con una pancarta que ponía "PAPA BARBAS CAMPEÓN, TE QUEREMOS" (lo de barbas es una larga historia). Imaginaros mi reacción. Ya se me saltaban las lágrimas un poco antes, pero aquí reventé a llorar y le metí un par de besos a mi hijo, sólo me dio tiempo a eso, no podía parar ahora, tenía que acabar con este dolor cuanto antes. La meta estaba al fondo, en línea recta, así que cerré los ojos (literal), apreté los dientes y pa´alante.


 Este es el momento exacto en el que veo a mi familia y rompo a llorar


Un segundo para dar un beso y a seguir.


En total, 3:42:36h., bajé de las cuatro horas y durante 35km. me sentí el rey del mundo. Ya soy un MARATONIANO, con mayúsculas, pero no uno más, soy diferente, como todos los que acabaron o se atrevieron a intentarlo. Es como si me hubieran hecho un tatuaje que no se irá nunca, que me marca como algo especial. Soy especial. He vencido en la batalla y he recorrido 42,195km. para contarlo.

Fernando con mi hijo, más guapo que nunca

Parte de la tropa que me esperaba en meta

PD. Si me pusiera a daros las gracias a los que me habéis apoyado sería demasiado largo. Simplemente deciros a todos que me habéis ayudado a ser mejor persona, a superar mis retos y a disfrutar aún más de la vida. Gracias de corazón. Y a mi mujer, que fue el cerebro pensante de toda la "operación meta" que no soy nada sin ella y que es la que me da cuerda todos los días cuando creo que no puedo más. Es cursi, si, pero es la verdad.


Gracias a vosotros

3:42:36h.




La crónica vendrá más tarde.

Somos los mejores.

miércoles, 23 de abril de 2008

Son ya muchos kilómetros

Hace prácticamente un año que empecé a escribir este blog. Todo surgió como una manera de motivarme para la prueba de los 100 kilómetros en 24 horas que se celebraría un mes después. Acababa de correr la media de Madrid pasándolo realmente mal, tuve que pararme en el km. 18 porque no podía más. De hecho, creo que si no llega a ser porque algún que otro corredor me recordó que no quedaba nada para llegar es probable que hubiese cruzado la meta andando.

Quizá por eso la distancia que pretendo correr el domingo me parecía imposible de alcanzar. Sólo pensar que tras acabar los 21km. tendría que volver a empezar me ponía los pelos de punta.

Imposible, esa era la etiqueta que tenía el maratón en mi cabeza. Y mira tú por donde que en estos momentos acabo de arrancar esa etiqueta y he abierto las puertas a otro posible reto físico y mental.

Son ya muchos kilómetros los que he recorrido este año, seguramente más de 2.000 y me siento preparado para dar el paso. Cuando miro para atrás y pienso lo que he mejorado no me lo creo. Y lo mejor es que todo ha surgido sólo. El esfuerzo y el sufrimiento, el frío y el dolor y las horas desperdigadas por los caminos más extraños que os podáis imaginar han dado su fruto.

Tengo mariposas en el estómago desde el domingo. La semana pasada la cerré con 63km. contra el jodido viento y la lluvia (cagoensusmuertos, como dría Sylvie) y ahora toca descansar. Hay días que me vengo abajo y pienso que no podré soportarlo y me vendré abajo y al día siguiente me crezco y me digo a mi mismo que esto está chupao. No sé. Lo único que tengo claro es que estoy nervioso, entusiasmado, deseando que pasen las horas y llegue el momento.

Pero no quiero cerrar este post con ese regusto a "no sé qué". Este domingo me convertiré en MARATONIANO, con mayusculas, y como yo otros muchos que también lo harán por primera vez. Otros veteranos también lo terminarán y lo disfrutarán como si fuera el primero.

Este domingo haremos posible lo imposible.

PD. No quiero terminar sin daros las gracias a todos lo que habéis pasado por aquí en algún momento y habéis perdido el tiempo en leer las tonterías que me ocurren. Mucho más si os molestásteis en dejar algún comentario, que siempre fueron de ánimo. Gracias a todos por alimentar mi ilusión y empujarme en cada paso que he dado. Seguiremos conectados.

lunes, 7 de abril de 2008

¡Nuevo Record personal!



No puedo decir que no estoy contento porque lo estoy, más bien asombrado. Este domingo he corrido la VIII edición de la media maratón Villa de Madrid y ya van tres. Teniendo en cuenta lo mal que lo pasé el año pasado para acabar de una pieza le tenía un poco de respeto, pero los entrenamientos y salidas largas me han venido muy bien.

Me he tomado esta media como un entrenamiento más para el MAPOMA y comprobar mi estado real de forma. Cuando uno entrena tiene una referencia pero no siempre es correcta.

Así que con los tiempos que hacía en mis salidas tenía previsto bajar de 1:40h., bueno, tenía previsto... quiero decir que ese era mi reto para esta carrera, pero el año pasado hice un tiempo de 1:57h. lo que suponía bajar ¡casi 20 min.!.

El enorme número de participantes es lo bueno y lo malo de este tipo de carreras populares. Es bueno por el ambiente y la gente animando y malo porque, como suele pasar siempre, siempre hay unos cuantos que no se enteran que lo que cuenta es el tiempo neto, da igual que se pongan en la primera linea. Así que, como siempre, el primer kilómetro te lo pasas esquivando gente y claro, pierdes tiempo y ritmo. Pero por otro lado el tiempo acompañaba, no hizo mucho calor y pronto la calle se ensanchó para poder correr a gusto.

Pasé por el km. 5 en 22:37min., siguiendo el globo que marcaba el tiempo de 1:35h. que al principio iba más rápido de lo que debía (corría casi al lado de la marca de 1:30h.)

En el kilómetro 10 lo clavé, 44:58min. a un ritmo de 4:30min/km. y además me sentía muy bien así que me podía permitir seguir al mismo ritmo un rato más.

Como me pasa siempre, a partir del km. 16 empieza a darme el bajón y las dos rectas de Plaza de Castilla se me hacen eternas, pero como a partir de ahí todo es cuesta abajo... ¡Y una mierda! El tío que se hizo el plano de la altimetría debía de estar borracho ese día porque no se enteró de nada. Lo que debía hacer sido un "dejarse caer" hasta la meta se convirtió en un "rompe piernas y ritmos" en los últimos 3 km. Fue en ese momento cuando se me escapó el del globo.

Total, acabé en un tiempo de... (redoble de tambores)... ¡¡ 1:35:51 !! (4:33 min./km), record personal y mucho mejor de lo que tenía planteado sobre todo teniendo en cuenta el final de la carrera.

Lo mejor es que volví a encontrarme con "Super Pedro Wild" que por supuesto había bajado de la hora y media (¿alguien lo dudaba?). Ya es casualidad encontrarse entre casi 13.000 personas, pero ese pañuelo es inconfundible.

Cuando llegué a casa mi mujer me estaba esperando con mi hijo, habían puesto una cinta con mensajes como "eres el mejor", "te queremos papi" para que la cruzara como si fuera la meta. Eso sin duda es lo mejor del día.

Y nada más que hacer antes del gran día, el 27, el maratón, y esta vez espero correr algunos kilómetros con Pedro y todos los demás blogeros que se apunten.

miércoles, 2 de abril de 2008

2º y 3º etapa ATACAMA CROSSING 2008

Ya van tres días de prueba y Karno sigue líder. Perdió la segunda etapa pero el hecho de dormir una hora y media en dos días y perderse por el desierto pudo influir. Por fin a podido dormir tres horas y ya está como nuevo. Yo alucino con esta gente, nuevo con tres horas de sueño (buf).

La página web está genial. Te pueden ir mandando información al mail de manera inmediata y cuelgan videos y fotos cada día. Para muestra un botón. Aquí van dos vídeos de la segunda y tercera etapa de la prueba.