jueves, 19 de junio de 2008

Poco más de un año y muchos kilómetros

Hace poco más de una año que comencé a escribir este blog. No sé si lo creeréis pero la única razón fue para motivarme. La pasada edición de los 100km. en 24 horas estaba cerca y era muy importante para mí porque había fallado en las dos ediciones anteriores justamente por falta de ilusión. Así que me puse a recordar y a escribirlo todo, me gustó y hasta hoy. Al principio sólo mi madre y mis hermanos se pasaban por aquí y ahora me falta tiempo para poder contestaros a todos. Hace un año corría diez kilómetros con dificultad y ahora es lo mínimo que hago. En todo este tiempo he corrido varias carreras de 10km., una media maratón con record personal y una maratón. Todavía no me lo creo. Y para colmo vuelvo a terminar otra edición de los 100km.

Al final sólo pudimos ir dos de los hermanos por estar Óscar ausente y la verdad es que se le echó en falta porque cuando vamos los tres Alonso juntos nos complementamos unos a otros. Aún así Jesús estaba muy animado y decidido a terminarlo este año. Era su tercer intento y como suelen decir, a la tercera...


El método tradicional de "cámara en coche"

Llegamos pronto a Colmenar, no como el año pasado que casi ni nos dio tiempo a dejar las bolsas. El tiempo era perfecto, soleado pero sin mucho calor. Esta vez lo planteamos como una marcha tranquila, sin prisas, lo importante era acabar. Teniendo en cuenta que la semana anterior no pude correr por problemas en los soleos y que esa misma mañana todavía me dolían sería un milagro terminar sin sufrir mucho.

Nos encontramos en la salida con unos vecinos de mi hermano y la primera parte del camino se nos hizo más llevadero. 

Y aquí tengo que darles un tirón de orejas a la organización y a Corricolari. Mira que llevan años haciéndolo y aún así no tienen previsto rutómetros para todos, el agua se acabó en el primer avituallamiento y más de la mitad de participantes tuvieron que esperar más de dos horas bajo un sol de justicia para beber algo y justo cuando menos falta hacía el agua, cuando se iban cerrando los puestos, les llegaban los camiones con las botellas. Lo pobres voluntarios aguantaron de todo, aunque no tuvieran la culpa, pero les dijeron de todo menos bonitos. Lo más normal es tener más agua y zumos cuando más calor hace y no por la noche que la gente ya no quiere ni beber. En fin, el mundo al revés.


Jesús cachotas en plan "sobrao"

Cerca de Manzanares el Real

Entre piedras, caminos y carreritas cortas llegamos de nuevo a Colmenar, km. 35. Allí estuvimos parados casi una hora y media. Entre esperar a las parientas y tomar unas cervecitas se nos pasó el rato.


La familia nos vino a ver y nos pilló por los pelos

Salimos hacia Tres Cantos con un poco de retraso, de hecho creo que en algún momento fuimos los últimos pero llevábamos muy buen ritmo y llegamos con tiempo de sobra para tomar otras cervecitas en un bar y comprar un buen bocata de tortilla que se "jaló" el brother.

Nos echaron literalmente de Tres Cantos con la excusa de que no nos iba a dar tiempo a llegar de nuevo para sellar el rutómetro así que salimos "escopetaos" con nuestros frontales hacia San Sebastián de los Reyes. La noche era perfecta y la temperatura acompañaba así que el camino se nos hizo más fácil.


Pose "guapa" del que escribe con el frontal preparado


Mi hermano y mi madre charlando a las 3:00 am.

A partir de ahí la cosa se me puso más dura. Cambié unas plantillas por otras en mis zapatillas y no fue una buena idea. Los catorce kilómetros hasta Tres Cantos se me hicieron muy largos. Pisaba mal y se resentían los músculos. El camino por el carril-bici hasta llegar a la civilización se me hizo eterno. Pero en esas circunstancias y estando tan cerca del final sólo queda apretar los dientes y poner un pie delante del otro. En esos momentos me venía a la mente el último mail que me escribió el maestro Karnazes en el que me decía "Please, never stop" y eso me daba fuerzas para seguir.

La última parada la alargamos todo lo posible y salimos renqueantes, yo con los pies doloridos y mi hermano con los huevos "escalfados". Al parecer el sudor y el roce hicieron de las suyas y se tiró medio día con el farolillo rojo encendido. Lo mejor del último tramo fue el cruce de los riachuelos que por supuesto no nos molestábamos en bordear. El agua fresca de la mañana sentaba de lujo en los pies y los adormecía durante unos minutos magníficos.


Caras en el kilómetro 40

Caras en el kilómetro 95

Al final terminamos con la cabeza bien alta, dando la última vuelta corriendo y con aires de sobraos.


Cruzando la meta no puedes evitar emocionarte.

Como siempre, el mejor final me espera en casa donde mi mujer me había preparado una corona de laurel y unos carteles para cruzar la meta, es la mejor haciendo esas cosas.


Ridículo sí, pero contento

Esta es mi tercera victoria sobre esta prueba y a no ser que algo importante suceda el año que viene será seguramente la última, ¿o no?.

miércoles, 4 de junio de 2008

Fin de temporada - Comienzo de otra



Dentro de una semana acaba mi curso atlético de este año. Tal y como los niños terminan su curso académico me ocurre a mí con esta cosa rara del correr. Si hago memoria veo que he sido aplicado y cumplí con las tareas que me tocaban. Entrené de manera constante aún cuando llovía y hacía frío, cuando estaba cansado después de un día duro e incluso estando enfermo. Intenté no quejarme mucho de dolores y molestias, más que nada por no preocupar a los que me rodean. Hinqué los codos y me estudié todo lo que caía en mis manos, ya fueran revistas o vídeos. También es cierto que después hacía lo que me salía de las narices. Pero todo ello me sirvió para pasar los exámenes trimestrales con nota. Rebajé con mucho las marcas que pensaba hacer y me presenté a subir nota con el maratón.

Ha sido un año muy duro.

Y mi cuerpo se resiente. Nada más terminar el maratón supe que algo había pasado. Uno de mis tibiales estaba bastante resentido y como soy un cabezón y no hago caso a nadie salía correr esa misma semana. Así que ya sabéis lo que pasó... ¡crack!. Estuve casi un par de semanas con molestias incluso al andar, sin poder salir ni siquiera a trotar y a base de Traumeel.

Sentí que era el momento de cambiar de "zapas". Así que uno de estos numerosos días de lluvia me acerqué a Bikila (no quiero tener más sorpresas) y me dejé aconsejar por verdaderos expertos* que se llevaban las manos a la cabeza y poco menos que me llamaron estúpido al saber que había corrido el maratón con unas zapatillas con casi 2.000km. encima.

Consejo del experto: Para correr un maratón hay que usar unas zapas que tengan entre 200 y 300km. máximo.

*Pasaros por la página web y mirad lo que corre el personal de la tienda, es para llorar.

Al final me decidí por unas "BROOKS infiniti" para entrenar normalmente y unas "SALOMON XA Pro 3D Ultra" para empezar a trotar por el campo. Creo que fue una buena elección y aún así tuve que "tunearlas" un poco para adecuarlas a mis extraños pies.


Poco a poco me voy haciendo a ellas y empiezo a recuperar la forma perdida. Estoy aún muy lejos de lo que conseguí hace un par de meses pero no tengo prisa. Este fin de semana me presento a la CAURCA (Carrera Urbana de Carabanchel) con mi hermano Jesús y lo tomaremos como un entrenamiento más antes del examen anual, los 100KM24H de CORRICOLARI.

Creo que estoy preparado para volver a hacer nota, pero la experiencia (ya van seis) me dice que cualquier pequeño detalle te puede llevar a casa antes de lo que piensas. Ya tengo las mariposas en el estómago y ese miedo en el cuerpo que no puede faltar. A mi me gustaría correrlo por partes pero veremos cómo se encuentra el personal. Al final se trata de disfrutar ese día y no sufrir demasiado.

Una vez terminado me volveré a tomar las cosas con calma, hacer tiradas largas de esas que me gustan de vez en cuando e intentar no perder la forma en verano porque el año que viene se presenta duro.

Un abrazo a todos y espero que no tengáis que recuperar en septiembre.