lunes, 5 de noviembre de 2007
Un homenaje a NY
En mi empeño por terminar algún día un maratón salí el sábado a correr por el anillo verde ciclista a dejarme las rodillas. Ya conozco la mitad del recorrido, toda la zona norte y oeste, así que me propuse investigar el resto.
Salí temprano, a las 17:30 horas, pero teniendo en cuenta que anochece tan pronto sólo tuve una hora de luz. Al principio no tuve buenas sensaciones, mis órganos internos tenían la necesidad de vaciarse y no encontraba lugar donde pararme así que no quedaba otra que seguir adelante.
Los tiempo eran los previstos, llevaba un ritmo de 5 min/km, que es mi ritmo normal, y en poco más de una hora estaba llegando a Vallecas. Hice mi parada técnica (vaciado de vejiga) y me puse de nuevo en marcha, esta vez con mejores sensaciones.
Descubrí algunos parajes realmente espectaculares, de película. Por algunas zonas el camino serpenteaba dentro de arboledas, que cubrían la poca luz que reflejaban las farolas de la carretera, así que solamente se veía la línea pintada del camino que se perdía entre los árboles. Semáforos de tren que iluminaban los túneles llenándolo todo de un rojo intenso, grandes paseos que cruzan parques y vistas de Madrid espectaculares, todo intensificado por la soledad del corredor.
Hasta ahí era todo perfecto, no podía durar mucho. Cuál sería mi sorpresa cuando en mitad del camino se planta una caseta de ladrillo (y cuando digo en medio es literal) y el camino se acaba. No hay por dónde seguir y yo en medio de una zona industrial rodeado de vías de tren, chabolas y por supuesto nadie a quien preguntar. No quedaba otra que desandar lo andado a ver si encontraba el punto donde me había confundido. Por suerte me encontré con un par de ciclistas que me indicaron no peder de vista el hospital 12 de Octubre. De todas formas no volví a ver el anillo por ningún sitio y además tuve que echar patas para salir lo más pronto posible de unas zonas nada recomendables para nadie.
Total, que di más vueltas que un tonto y todo por culpa de una señalización más que defectuosa. Desde aquí un tirón de huevos al responsable del Ayuntamiento encargado de señalizar el anillo vede.
Al final conseguí ubicarme y me planteé llegar a casa de mi hermano Jesús. Empezaba a sentir los primeros calambres en las piernas, de hecho ya llevaba corriendo dos horas largas, y pensé abandonar en varias ocasiones pero la cabezonería que me caracteriza parecía impulsarme a seguir hasta cumplir mi objetivo.
Cada semáforo en rojo era un alivio para poder estirar los músculos. Tres horas más tarde llegaba a mi destino, la calle Pingüino. Nada más y nada menos que 33 km. y 200 metros. Sólo pensar que me quedan 9 km. más para poder terminar un maratón me desmoraliza.
Así que desde aquí mi homenaje a todos los valientes que se atreven a correr un maratón y mi más sincera envidia a los que consiguen acabarlo.
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10 comentarios:
Tu ya tienes lo que hace falta para acabarlo.....KILOMETROS¡
Solo ver el recorrido ese en el google earth dan calambres. Piensa que esos ultimos 9 se corren con la cabeza mas que con las piernas. Lo tienes hecho amiguete.
Saludos
Joé macho, pero si ya lo tienes chupao. Si eres capaz de hacerte por tu cuenta 30 kilómetros, estoy seguro que si te pones en situación, rodeado de gente, y con un circuito claro, acabas el maratón como un campeón.
Ya sabes que mi reto es hacer el de NY en el 2011 (ese año cumplo 40, y me parece una excusa cojonuda para marcarme el reto) o sea que si sigues asi y quieres....te vienes para allá. Si mis lesiones me lo permiten, yo allí estaré. Seguro que alguno más se apunta...
No pares.
Cuidate !!
Elmo_Cabezón soy un rato así que por ganas no va a ser, pero qué duros se hacen los kilómetros a partir del 30. Gracias.
Lucas_Ójala podamos correr dentro de cuatro años esa maratón juntos, sería una pasada. De momento tú recupérate y ya veremos.
Wild_ Las piernas duelen un par de días, pero se lleva bien, mañana salgo de nuevo. Y ya sabes, en abril nos vemos en el MAPOMA.
Gracias por el apoyo. yo por mi parte voy a seguir comiendo kilómetros.
Yo pensaba que se decia un tirón de orejas...
Has escrito muy bien, lo has explicado fenomenal y además con una cierta dosis de sentido poético al describir los lugares por donde pasaste. Me ha gustado. Está claro que sirves para algo más que para correr. Lo que no me gusta tanto es tu afán por ir tan rápido en tus deseos de mejorar y avanzar más. Tiempo al tiempo...
Cabezota eres un rato, así sé que no me vas a hacer caso...
Ay, este anónimo, que de anónimo no tiene nada, siempre con el miedo en el cuerpo...
Como se nota que es mi madre.
German, no te olvides que en carrera todo es diferente, te lo digo que mi entrenamiento mas largo para mi maraton fue de 24 kM!!!
EN carrera vas disfrutando y bueno, iba a decir que se te hace corto, pero hay que ver para creerlo, y mas que estás poniendo todo de vos para llegar MAS QUE BIEN!
saludos!
A mi también me gustaría intentar lo del marathón pero quizás intente antes la media para ver que pasa.
C2C saludos
Nada tiene que ver el entrene con el día del maratón en cuestión...pero nada de nada...
Mi distancia más larga para NY fue de 27kms y te puedo asegurar que no hacen falta más...
Además, tengo comprobado que hagas los que hagas entrenando...a partir del 30 o así, no hay cristo que se salve del correr ya más con la cabeza que con las piernas...así que a eso no le temas...
besitos.
Ana_ Espero disfrutar de ese maratón más que nadie porque estas tiradas largas se hacen duras de verdad. Desde luego voy a poner todo lo que tengo. Gracias.
Nando_ El año que acabé la media me sentí el rey del mundo, pensaba que era una distancia insuperable y ahora, ya ves, pensando ir más allá. Ánimo en esa media de Madrid y espero que nos encontremos allí.
Sylvie_ Precisamente a lo que le temo es a esos últimos 10k. porque soy muy cabezón y sé que no voy a parar. Gracias por compartir tu experiencia campeona.
Hola German, como ya nos conocemos, con tu permiso también voy a entrar en tu Blog. Me comentas que vas a correr el MAPOMA,y eliges bien pues es un Maratón excepcional, duro pero con un público como el de Madrid de lujo, es una experiencia para no olvidar. Saludos
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