Y ahora que la máquina ya se ha encendido supongo que tendremos que acelerar un poco. Como dije en mi anterior entrada este blog trata básicamente de atletismo y de mi experiencia como corredor. En todos estos años pateando calles y caminos, sudando lo indecible y sufriendo alguna que otra lesión sólo he aprendido una cosa: HUMILDAD. Empecé a entenderlo todo el primer día que me enfrenté a una prueba, sin haber hecho más ejercicio que el que se hace en el colegio, y tirado en la arena, sin poder moverme, deshidratado y extasiado, un anciano de unos setenta y tantos pasó a mi lado y me dio ánimos. El iba tan fresco, sobrado de fuerzas y aún así, con sus palabras supe que entendía cómo me sentía. Nunca olvidaré ese momento.
Y ese fue el comienzo de todo. Con todos estos años y entre parones y lesiones me he dado cuenta que son los verdaderos corredores, los veteranos, los que realmente pueden presumir, los que deberían ir con el pecho bien alto... los que menos buscan destacar, los que más te ayudan si lo necesitas, los que arman menos jaleo, en definitiva, los más humildes. Y como siempre digo que la vida es una larga carrera siempre comparo las dos.
Cada vez me encuentro con más gilipollas por la vida. No sé vosotros pero me veo rodeado de incompetencia por todos lados. Y no juzgo a la gente por no saber lo que hace pero sí los condeno por no saber que no saben. Cada día es más difícil encontrar a un buen profesional en cualquier campo y eso que se supone que cada año estamos más preparados en todo. Al principio piensas que te tratan como si fueras idiota porque lo pareces o porque están acostumbrados a ello pero poco a poco te das cuenta de que lo que pasa es que no tienen ni idea. Pongamos por caso las compañías telefónicas. Hace poco cambié de compañía porque empezaron a cobrarme de más y no sabían darme ninguna explicación. Pues ahora no dejan de llamarme para que vuelva ofreciéndome lo que pagaba en un principio. ¿No sería más fácil hacer las cosas bien desde un principio?. Es pura lógica.
Yo tengo claro que no me enfrento a ningún trabajo que no sepa hacer. No valgo para ello. Con eso me he ganado la fama de “no arriesgar”, de “huir de las responsabilidades”... Es probable que eso sea verdad y que a lo mejor todo me hubiese ido mucho mejor de haberme lanzado a la piscina en ciertas ocasiones. Pero nunca lo sabré. Lo único que sé es que si echo la vista atrás veo que lo que hice está bien hecho. No me he aprovechado de nadie, más bien lo contrario, y no he dejado ningún “pufo” en el camino.
Si la gente fuese un poco más humilde y se conociese un poco a sí misma quizá sabría cuáles son sus límites y actuaría en consecuencia. Esto parece una tontería pero cuando se trata de un médico, un arquitécto o un chaval que conduce después de una noche de juerga la cosa puede acabar muy mal.
No sabemos hacerlo todo, no podemos gestionar cualquier situación que surja en nuestras vidas aunque nos creamos muy listos. Hay que pedir ayuda y escuchar. Entre los innumerables beneficios que aporta el deporte, en este caso correr, está el de enfrentarte continuamente a ti mismo, el de verte en un espejo, el de caerte una y otra vez para volverte a levantar con más fuerza y el de aprender de los que te precedieron. Para conseguir la gloria antes hay que descender a los infiernos y romperte en mil pedazos porque mientras te reconstruyes aprendes realmente lo MIERDA que eres y lo bueno que te creías.
Estoy harto de ver mierdas con esmoquin moviendo los hilos de esta sociedad y dando consejos de cómo debemos ser. Somos lo que somos y nada más. Somos humanos e imperfectos. Somos y siempre seremos aprendices. Somos en esencia seres racionales aunque a veces no lo parezcamos. Somos sensibles aunque la sociedad pretenda lo contrario. Somos capaces de hacer maravillas cuando nos lo proponemos aunque eso no suceda a menudo. Somos engreídos, orgullosos, envidiosos y tiranos y debemos luchar contra ello todos los días. En definitiva somos humanos, nada más y por supuesto nada menos.
13 comentarios:
Amigo, - aunque no nos conozcamos -, he llegado a tu Blog a través del de nuestro común amigo Manuel Binoy.
Y tengo que decirte que me ha gustado todo lo que leido que no ha sido poco. Me he enganchado yo solo. ¡Genial! Genial cuanto cuentas y cómo lo cuentas.
Me he sentido identificado en algunos comentarios que haces como ese del calor que pasaste en los 100 kilómetros en 24 horas. Tremendo. Hiciste lo más sensato.
Sin comparación posible con lo que hiciste tú, yo tuve que abandonar una carrera hace unos 10 días. Cuando no sé puede no se puede y además es imposible. Sé muy bien de lo que hablas en tu crónica. Francamente, lo sé.
Germán, encantado de descubrir un Blog como el tuyo. Felicidades.
Un abrazo.
Germán, no es por quedar bien contigo, pero estoy muy de acuerdo, otra vez mas, con tu manifiesto II. Yo nunca hablo de lo que no se y en mi trabajo nunca hago una cosa que desconozca. Haré bien o mal, pero no abuso de nadie.
La humildad es lo que mas aprecio de una persona, y te digo que ese tipo de persona escasean.
Un abrazo campeón...
Joder German, Es que lo has bordado. Me subscribo a tus palabras y a la admiración para la virtud de la humildad. Con mas dosis de esta, las cosas irian mucho mejor.
Un saludo.
Bien, Germán, bien. Saludos y a seguir siendo lúcido. Un abrazo.
Estoy completamente de acuerdo con lo que decís.
Cada día se enfrenta uno a más gente que intenta aparentar en cualquier campo cosas de lo que no son capaces de realizar bien.
Es increible la humildad que tienen ciertos atletas veteranos quienes solo si les preguntan te cuentan sus hazañas, cosas que uno quizas nunca llegue a hacer.
Excelente lo tuyo, Un Abrazo
Muy bien, hijo.
Caramba, si me has emocionado...
Me siento orgullosa. Valen la pena muchas cosas por pasar momentos como éstos. Gracias.
Pepemillas_ Encantado de que te pases por aquí cuando quieras y también de encontrar a gente con la que compartir pensamientos. Los de los 100km. fue brutal, te lo aseguro, pero ya estoy pensando en el año que viene. Esos 6km. que me cuentas se pueden convertir en un infierno cuando uno no está bien. Por lo menos te quitaste la espinita. Muchas gracias por tus palabras de nuevo. Abrazos.
Paco_ Gracias por todo. Te aseguro que suelo intentar parecerme a personas como tú. Abrazos.
Joan_ No se si escasean pero seguro que cuesta encontrarlas. Un abrazo campeón.
Manuel_ Muy lúcido te aseguro que no soy, jajaja. Pero a veces me caliento y me salen estas cosas, qué le vamos a hacer. Un abrazo.
Pablo_ Esos 3:36 en tu última maratón son para contarlos amigo. A mí me quedan muy lejos. Un abrazo.
Mamá_ No sabía que te iba a emocionar algo que a mi me cabrea, jajaja. Pero siempre que provoque algo está bien. Besos.
Hola Germán... Es la primera vez que visito tu blog.. como referencia te diré que soy compañero de entrenamientos de Joan Josep Corella y de Manuel Binoy, a los que si conoces por haber intercanviado algunos comentarios con ellos... Bien, simplemente queria decirte que he leido copn mucha tención tu crónica y tu experiencia del Maratón de Madrid y tu relato me ha ayudado mucho a vivirlo desde dentro y a ponerme en situación dado que, si todo funciona como desearia, el Maratón de Madrid figura en mi agenda próxima... Es realmente duro y sacrificado conseguir acabar un Maratón en las condiciones que tu viviste en Madrid y que yo también he experimentado en alguna otra ocasión y de esos momentos difíciles, sin duda, aprendemos y crecemos... Bién, seguiré leyendo, a poco que pueda, algunos de tus comentarios. Así que con tu permiso te agrego a mi lista de blogs... Saludos...!!
Carles Aguilar
carlesaguilar.blogspot.com
Me gustan las personas que llaman a las cosas por su nombre. Sin eufemismos. Son personas sinceras.
Un abrazo.
Carles_ My blog is your blog. Encantado de tenerte por aquí. Además, los amigos de Joan son mis amigos. He leído su blog casi desde el principio y fíjate dónde está ahora. El maratón es algo mágico y espero que lo vivas tan intensamente como se merece. Un abrazo y bienvenido.
Pepe_ A veces llamar a las cosas por su nombre te puede traer problemas, je,je. Abrazos.
La berdadera sabiduría consiste en saber que uno sabe lo que sabe y que no sabe lo que no sabe..
Un abrazo German...
Caramba amigo mío, acabo de leer tus dos últimas entradas y se te ve cabreado... Pero no seré yo el que quite ni una coma a lo que has escrito pues lo suscribo al cien por cien. En todas partes medran inútiles e incompetentes que sin embargo tienen unas increíbles dotes para medrar cual garrapatas mientras chupan la sangre al resto.
Venga pues, a desahogarse, que es sano.
Abrazos. ;-)
German, permíteme que me quede con esta frase "Somos capaces de hacer maravillas cuando nos lo proponemos aunque eso no suceda a menudo" ... ¡lo que no sucede a menudo es lo de proponérnoslo!.
Un abrazo, Mario
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